Alrededor del cuarto y quinto mes de embarazo se recomienda empezar con la preparación del cuarto del bebé. Lo primero es la elección de una habitación tranquila, que tenga luz natural y buena ventilación.
El siguiente paso será la pintura de las paredes, en este caso los colores neutros son la mejor elección, transmiten paz y tranquilidad. Habría que evitar el blanco, ya que es un color frío, y el amarillo, que aún siendo neutro es un color que provoca irritabilidad.
Para decorar las paredes se recomienda igualmente tonos neutros. Los dibujos de niños o animalitos son perfectos para la habitación, ya que estimularan el intelecto y la sociabilidad.
El tránsito del útero materno a la vida del bebé tiene que ser lo más suave posible, por ello es aconsejable usar un moisés durante los primeros meses de vida, ya que es más pequeño y reconfortante que una cuna. Así mismo, para recordar al vientre materno, es muy positivo instalar un sillón de lactancia en el mismo espacio en el que duerme.
En cuanto a la iluminación, debe ser tenue, y disponer de varios puntos de luz. Se desaconseja una luz justo encima de la cuna.
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